El viento es una luz de color amarillo, ilumina las montañas que brillan como si fueran lámparas que solo se encienden por la noche, se reflejan en el cielo y llaman a la lluvia, que cae suave y llena el vaso que recoge la chica asomada a su balcón para dar de beber al pájaro que llega a su ventana, cerca de la bahía de los sueños rotos donde el mar recibe y ofrece cada una de sus olas como palabras mágicas que iluminan la verdad.
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