Entré a casa asustado, estaban todas las paredes llenas de sangre, seguí el rastro hasta bajar al sótano, encontré el congelador abierto, me asomé y allí estaba ella. Era rubia con ojos negros, delgada. La miré a la cara y estaba congelada...todavía la reconocía, era su vecina. Al verla me horroricé, tenía el cuerpo descuartizado y aún mantenía el cuchillo clavado en el pecho. Cuando me disponía a salir corriendo de la casa tras aquella pesadilla, oí un ruido extraño, me giré, y vi a alguien pasar por detrás con una capucha negra. Le seguí parece que iba hacia el sótano, seguramente a por los restos del congelador. Tras esto, el encapuchado subió las escaleras y se fue de la casa con una bolsa grande. Continué siguiéndole y paró en un bosque, dejó la bolsa, posiblemente con los restos, al lado de él, mientras hacía un hoyo...
IES Gabriell Cisneros
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